De la feria. Verde.
Gén 1, 20 – 2, 4ª; Sal 8, 4-9.
Evangelio según San Marcos 7, 1-13
Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce. Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?». El les respondió: «¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres». Y les decía: «Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte. En cambio, ustedes afirman: «Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro «corbán» –es decir, ofrenda sagrada– todo aquello con lo que podría ayudarte…» En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre. Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!».
Aprendí
Aprendí que a veces solo nos queda confiar en la marcha, para comprobar que alguien nos supo cuidar en nuestra vulnerabilidad, cuando no pudimos solos.
Aprendí que tener los pies en la tierra no es tan malo si con el alma aún sabemos volar.
Aprendí que aunque cambiemos de lugar, nos podemos sentir en familia, que cuando una situación nos trunca el camino, siempre podemos encontrar otros destinos.
Aprendí que podemos ser aprendices y maestros al mismo tiempo.
Aprendí que la vida se trata de lidiar paso a paso con lo incierto.
Aprendí que amar y dejarse amar no es tan difícil como lo cuentan, que bastan unos ojos que te miren desde el alma.
Aprendí que incluso cuando nos sentimos vencidos sacamos fuerzas inexplicables para aferrarnos a la vida.
Cin Wololo.
7 de febrero: Beato Pío IX: En 1846 fue elegido Papa. Su pontificado, a causa de las circunstancias políticas derivadas de la unificación de Italia y la pérdida de los Estados pontificios, resultó sumamente difícil. Impulsado por el deseo de cumplir su misión, supo unir firmeza y comprensión, fidelidad y apertura. Proclamó la verdad de Cristo, instituyó numerosas sedes episcopales, promovió el culto a la Virgen María y fue promotor de las reformas del Concilio Vaticano I. El 7 de febrero de 1878, con su piadosa muerte, llegó a su fin el pontificado más largo de la historia.