Feria. Verde. Misa a elección.
Gén 2, 18-25; Sal 127, 1-5.
Evangelio según San Marcos 7, 24-30
Jesús fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto. En seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies. Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio. El le respondió: «Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros». Pero ella le respondió: «Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos». Entonces él le dijo: «A causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija». Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio.
Un día y sus matices
Una mañana de risas compartidas
La paciencia y la mansedumbre ante lo imprevisto
Los miedos nombrados y el deseo de superarlos
La fragilidad acogida
El gozo del trabajo hecho servicio
Y por otro lado,
Mis miedos dominando mis instintos
El cansancio sobre mis espaldas
La mirada opaca hacia el mañana
Una imagen atravesada:
La de la cruz compartida
La del abrazo que acobija
Todo lo que soy
La certeza de saber que
No estoy sola en mis caídas
Y que está nuestra historia
Llena de cruces asumidas
Y vida redimida.
Descanso en Vos, espero en Vos, confío en tu Amor.
Tatiana Gimenez.