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Nacimiento de san Juan Bautista. (S). Blanco.
Is 49, 1-6; Sal 138, 1-3. 13-15; Hech 13, 22-26.

Evangelio según San Lucas 1, 57-66. 80

Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: “No, debe llamarse Juan”. Ellos le decían: “No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre”. Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Éste pidió una pizarra y escribió: “Su nombre es Juan”. Todos quedaron admirados, y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.

Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: “¿Qué llegará a ser este niño?”. Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.

Certezas del Corazón de Jesús – Amor en el hogar

La décima certeza del Sagrado Corazón de Jesús, que nos invita a perfeccionar nuestra capacidad de amar en nuestros hogares derramando su bendición en cada miembro de la familia para amar según su corazón.

Jesús desea entrar en nuestros hogares y bendecirlos con su presencia. Él anhela derramar su amor y gracias en cada rincón de nuestras vidas familiares. Nos enseña el valor del perdón, la importancia de la unidad. Su amor transforma nuestros hogares en refugios de paz, armonía y amor.

La presencia de Jesús en el hogar no solo transforma el ambiente físico, sino que abrimos las puertas a una vida de unidad familiar. En su Corazón encontramos el ejemplo perfecto de cómo amar, perdonar y vivir en armonía con aquellos que nos rodean. Nos muestra el camino hacia relaciones más fuertes y significativas, construidas sobre la base del amor divino.
Nuestro hogar se convierte en un lugar de paz, armonía y amor, donde se cultiva la fe y se vive en unidad familiar. Cultiven un ambiente de amor y unidad familiar, donde todos sean valorados y amados como hijos de Dios.

Confía en su amor y presencia transformarán sus vidas. Que el Sagrado Corazón de Jesús bendiga cada uno de nuestros hogares.

Javier Rojas, SJ.
12 certezas del Corazón de Jesús.