Santos Carlos Lwanga y compañeros mártires. (MO). Rojo.
Ecle 51, 12-20; Sal 18, 8-11; Mc 11, 27-33.
(LS) 2M 6, 1; 7, 1-2.9-14; Sal 123, 2-5.7-8; Mt 4, 25 – 5, 12.
Evangelio según San Marcos 11, 27-33
Después de haber expulsado a los vendedores del Templo, Jesús volvió otra vez a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él y le dijeron: «¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?». Jesús les respondió: «Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les dirécon qué autoridad hago estas cosas. Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?». Ellos se hacían este razonamiento: «Si contestamos: «Del cielo», él nos dirá: «¿Por qué no creyeron en él? ¿Diremos entonces: «De los hombres?»». Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: «No sabemos». Y Él les respondió: «Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas».
No te olvides de mi
Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes.
Y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la felicidad.
Si me das fuerza, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.
No me dejes inculpar de tradición a los demás por
no pensar como yo.
Enséñame a querer a la gente como a mi mismo y a juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Mas bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es lo mas grande del fuerte.
Y que la venganza es la señal primitiva del débil.
Si me quitas la fortuna, déjame esperanza.
Si me quitas el éxito, déjame la fuerza para triunfar del fracaso.
Si yo fallara a la gente, dame valor para disculparme.
Si la gente fallara conmigo, dame valor para perdonar.
Señor, si yo me olvido de Ti, no te olvides de mi.
Alberto Hurtado