De la feria. Blanco.
1Jn 3, 7-10; Sal 97, 1. 7-9.
Evangelio según San Juan 1, 35-42
Estaba Juan Bautista con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: “Éste es el Cordero de Dios”.
Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: “¿Qué quieren?”. Ellos le respondieron: “Rabbí –que traducido significa Maestro–, ¿dónde vives?”. “Vengan y lo verán”, les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías”, que traducido significa Cristo.
Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: “Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas”, que traducido significa Pedro.
Oración año nuevo
Dios lleno de amor,
Te damos gracias por este año pasado
con sus momentos positivos y sus momentos más difíciles.
Te agradecemos el amor que hemos recibido de la familia y de los amigos
Y por los éxitos que hemos tenido en el trabajo y en casa.
También te agradecemos los momentos difíciles.
Los momentos en los que luchamos;
los momentos de desafío; los momentos de incertidumbre;
los momentos en que hemos tenido miedo
por nuestra seguridad y por la de nuestros seres queridos;
los momentos en que perdimos a nuestros seres queridos.
Mientras empieza el próximo año,
pedimos Tu gracia y bendición.
Danos salud y fuerza;
danos fe y esperanza.
Envíanos Tu Espíritu.
Danos paz con las decisiones que tomamos.
Concédenos alegría al mirar hacia adelante y discernir el futuro.
Sobre todo, danos el amor que nos guiará
a través de cualquier desafío que nos encontremos.
Ayúdenos a caminar uno al lado del otro con paciencia y perdón,
poniendo nuestras manos en las manos de Tu Hijo Jesús.
Él nos guía y nos fortalece.
Él siempre está a nuestro lado.
Nos da esperanza.
Nos ayuda a ver, más allá del pequeño “ahora”,
un panorama más grande y un sueño más amplio.
El sueño imaginado para nosotros por Ti, nuestro Padre.
Tú que vives y amas
por siempre y para siempre.