De la feria. (Verde).
Tob 3, 1-11a. 16-17a; Sal 24, 2-5b. 6. 7b-9.
Evangelio según San Marcos 12, 18-27
Se acercaron a Jesús unos saduceos, que son los que niegan la resurrección, y le propusieron este caso: «Maestro, Moisés nos ha ordenado lo siguiente: «Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda». Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda y también murió sin tener hijos; lo mismo ocurrió con el tercero; y así ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos ellos, murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?». Jesús les dijo: «¿No será que ustedes están equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios? Cuando resuciten los muertos, ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que serán como ángeles en el cielo. Y con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído en el Libro de Moisés, en el pasaje de la zarza, lo que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? El no es un Dios de muertos, sino de vivientes. Ustedes están en un grave error».
12 certezas del Sagrado Corazón – Consuelo en tu aflicción
La segunda certeza del Corazón de Jesús es que jamás no dejará solos en los momentos de penas y tristezas. Cuando nuestros corazones están afligidos, Jesús nos invita a acudir a Él y encontrar alivio en su amor compasivo. Él nunca nos abandona en nuestras angustias.
No debemos olvidar que los momentos de dolor y tristeza son inevitables, pero es fundamental recordar que Jesús es nuestro consuelo. En medio de las dificultades y pruebas de la vida, podemos encontrar refugio en el amor incondicional que emana de su Sagrado Corazón.
Cuando enfrentes momentos de aflicción, no olvides que Jesús comprende tus lágrimas y tus cargas. Él conoce tus angustias más profundas y está dispuesto a acompañarte en tu caminar.
No importa cuán oscuro sea el panorama que enfrentes, confía en que el amor de Jesús te sostendrá y te ayudará a encontrar paz en medio de la aflicción. Él te brindará la fortaleza necesaria para superar las pruebas y encontrar esperanza en tiempos de desesperación.
Recuerda que nunca estás solo en tu camino. Jesús siempre está a tu lado, dispuesto a consolarte y envolverte con su amor infinito. Él es el amigo fiel que nunca te abandona, el refugio seguro en medio de la tormenta.
Javier Rojas, SJ.
Red Mundial del Papa ARU.