(Nuestra Señora de Itatí). 14° durante el año. Verde.
Semana 2ª del Salterio.
Za 9, 9-10; Sal 144, 1-2. 8-11. 13-14; Rm 8, 9. 11-13.
(O bien Ntra. Sra. de Itatí: Is 7, 10-14 o bien Gal 4, 4-7; (Sal) Lc 1, 46-55; Lc 1, 39-47).
Evangelio según San Mateo 11, 25-30
Jesús dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.
Oración a Nuestra Señora de Itatí
Tiernísima Madre de Dios y de los hombres
que, bajo la advocación de la Pura y Limpia Concepción
de Nuestra Señora de Itatí,
miraste con ojos de misericordia por más de cuatro siglos
a todos los que te han implorado,
no deseches ahora las súplicas de este tu hijo,
que humildemente recurre a ti.
Atiende mis necesidades
que Tú mejor que yo, las conoces.
Y sobre todo, Madre mía,
concédeme un gran amor a tu Divino Hijo Jesús,
y un corazón puro, humilde y prudente,
paciencia en la vida, fortaleza en las tentaciones
y consuelo en la muerte.
Así sea.