San León Magno. (MO). Blanco.
Rm 15, 14-21; Sal 97, 1-4; Lc 16, 1-8.
(LS) Ecle 39, 6-11; Sal 36, 3-6. 30-31; Mt 16, 1-8.
Evangelio según San Lucas 16, 1-8
Jesús decía a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes.Lo llamó y le dijo: “¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración,porque ya no ocuparás más ese puesto”. El administrador pensó entonces: “¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!”. Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?”. “Veinte barriles de aceite”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez”. Después preguntó a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. “Cuatrocientos quintales de trigo”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo y anota trescientos”. Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.
Oración al Espíritu Santo, Sanador y transformador
Ven Espíritu Santo, en este proceso de sanación interior. Inunda con tu luz divina y transformadora todo mi ser. Ilumina mi mente y corazón, revelando las emociones y creencias que afectan mi salud.
Con tu amor y sabiduría infinita, ayúdame a liberar y transformar las cargas emocionales que me quitan libertad interior y enferman mi cuerpo. Derrama tu gracia para curar las heridas ancestrales que me pesan.
Sáname de los momentos tristes y dolorosos que he vivido y estoy viviendo. Sana la herida de no haberme sentido amado. Sana el dolor que dejó en mí el desprecio, el maltrato y la humillación. Libera en mí el amor para amar a los demás sin miedo a ser abandonado o rechazado.
Con tu amor y alegría, ayúdame a liberar y conectar conla sabiduría de mi niño interior para vivir según el sueño de Dios.
¡Así lo creo, así es, así será!
Amén.
Javier Rojas, SJ.