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1° de Cuaresma. Morado.
Lev 19, 1-2. 11-18; Sal 18, 8-10. 15.

Evangelio según San Mateo 25, 31-46

Jesús dijo a sus discípulos: Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquéllas a su derecha y a éstos a su izquierda.

Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?”.

Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Luego dirá a los de su izquierda: “Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; era forastero, y no me alojaron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron”.

Éstos, a su vez, le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?”. Y él les responderá: “Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo”. Éstos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna.

La paz no es la ausencia de problemas, sino la capacidad de manejarlos. Busca la paz en tu interior y verás cómo cambia tu perspectiva

La paz no es la ausencia de problemas, sino la capacidad de manejarlos. Esta es una verdad profunda que nos invita a cambiar nuestra perspectiva sobre lo que significa realmente la paz. No se trata de vivir en un mundo sin conflictos o desafíos, sino de desarrollar la resiliencia y la sabiduría para navegar a través de ellos con gracia y fortaleza.

Busca la paz en tu interior y verás cómo cambia tu perspectiva. Cuando encontramos la paz dentro de nosotros mismos, nos volvemos más capaces de enfrentar los desafíos de la vida con serenidad y confianza. Nuestra visión del mundo cambia, y comenzamos a ver oportunidades donde antes solo veíamos obstáculos.

La Madre Teresa dijo una vez, ‘La paz comienza con una sonrisa’. Una sonrisa puede parecer un gesto pequeño, pero tiene el poder de difundir la paz y la bondad en el mundo. Una sonrisa puede aliviar la tensión, levantar el ánimo y recordarnos nuestra humanidad compartida.

Así que, no importa lo que estés enfrentando, recuerda siempre buscar la paz dentro de ti mismo, manejar tus problemas con gracia y fortaleza, y nunca subestimar el poder de una simple sonrisa. Porque la verdadera paz comienza desde adentro y se extiende hacia afuera, tocando a todos los que nos rodean.

Javier Rojas, SJ.
Camino de Cuaresma.
Una luz en el desierto – Parte 3.