Segundo de Pascua. Blanco.
Hech 5, 27-33; Sal 33, 2. 9. 17-20.
Evangelio según San Juan 3, 31-36
El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo está por encima de todo. Él da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz. El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
Luces de Resurrección
¿Cómo vivir en el presente desde la resurrección de Jesús? Aprender a vivir en el presente es una práctica que nace de la resurrección porque nos hace experimentar la vida de una manera más plena y significativa. Al enfocarnos en el «aquí y ahora», nos damos cuenta de que cada momento es una oportunidad para crecer y aprender, y que cada día es una nueva oportunidad para comenzar de nuevo.
La resurrección nos recuerda que la vida es un regalo y que debemos aprovechar cada momento al máximo. Al vivir en el presente, también nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen un impacto en el mundo que nos rodea, y que debemos ser responsables de nuestras decisiones y acciones. La resurrección nos invita a vivir con esperanza y a creer que podemos hacer una diferencia en el mundo. ¿Cómo vivir en el presente en la vida cotidiana?
En primer lugar, hay que evitar quedar atrapados en el pasado o estar preocupados por el futuro, perdiéndonos lo único que realmente tenemos: el presente. En segundo lugar, cortar con los pensamientos que conducen a cultivar rencor y resentimientos hacia alguna persona. Y, por último, disfrutar de cada situación, apreciar y valorar todo como parte de aprendizaje en la vida.
Recuerda: Vivir presente en lo que hacemos, evitar pensamientos que cultiven rencor y resentimiento, y por último, apreciar todo como un aprendizaje en la vida.
Javier Rojas, SJ.