La Santísima Virgen María, Reina. (MO). Blanco.
Jc 6, 11-24; Sal 84, 9. 11-14; Mt 19, 23-30.
(LS) Is 9, 1-16; Sal 112, 1-8; Lc 1, 26-38.
Evangelio según San Mateo 19, 23-30
Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”. Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres esto es imposible, pero paraDios todo es posible”. Pedro, tomando la palabra, dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?”. Jesús les respondió: “Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido, también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros”.
Oración a María Reina
María Reina Inmaculada, mira a nuestro pobre mundo trastornado y enfermo…
Tú conoces nuestras miserias y nuestras debilidades, ten piedad de nosotros.
Jesús te ha dado derecho sobre toda la humanidad,
él te ha confiado los tesoros de sus gracias.
Él quiere concedernos por tu intercesión su perdón y su misericordia.
Por eso en las horas de angustia,
nos volvemos hacia Ti que eres nuestra única esperanza.
Reconocemos tu reinado universal y queremos tu triunfo.
Tenemos necesidad de una Madre y de su Corazón.
Sé la aurora luminosa que disipe nuestras tinieblas
y nos muestre el verdadero camino de la vida.
Sé la fuente inagotable donde vengamos siempre a beber el valor,
la confianza y el amor.
Sé el lazo que una a todos los hombres y el símbolo de la paz.
Sé la Madre de los días de grandes pruebas
que salva en las horas de peligro..
Amén.