Feria. Santos Cosme y Damián. (ML). Verde/Rojo.
Esd 6, 7-8. 12. 14-20; Sal 121, 1-5.
Evangelio según San Lucas 8, 19-21
La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte”. Pero él les respondió: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.
Pido a Dios
Que mi sonrisa sea tan acogedora que a ninguno haga sentir fuera o distante.
Que mi mirada sea tan tierna que el que se espeje decline sus defensas.
Que mi oído sea tan fino que el que se acerque sepa que lo escuchan aún en su silencio.
Que mis labios sean tan respetuosos que el que los sienta sepa que no tiene nada que ocultar.
Que mi mano sea tan franca que no haga falta pedir más seguridades.
Que mi abrazo sea tan cálido que cubra el desamparo de la más mínima herida.
Que mis pasos sean tan prontos que todos confirmen su presencia.
Que mi pecho sea tan amplio que los hijos pródigos puedan volver todos juntos.
Que mi palabra sea tan ajustada que siempre deje paz al corazón.
Que mi vida sea tan plena que entusiasme al que recién comienza.
Que mis luchas sean tan dignas que den ganas de ponerse lado a lado.
Que mis pecados sean tan reconciliados que sean memoria de caída pero más de elevación.
Que mi dolor y mi muerte sean tan de amor cargados que hablen para siempre del paso de Dios.
Javier José Albisu