Santo Toribio de Mogrovejo, obispo. Patrono del Episcopado Latinoamericano. (F). Gloria. Blanco.
2 Tim 1, 13-14; 2, 1-3; Sal 95, 1-3. 7-8a. 10.
Evangelio según San Mateo 9, 35-38
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para su cosecha”.
Luces de Resurrección
Trabajar por la Paz La paz nace de la resurrección de Jesús y cultivarla en la vida cotidiana implica desarrollar una serie de actitudes y comportamientos que fomenten la convivencia pacífica y el diálogo constructivo entre las personas. Algunas de ellas son la tolerancia, el respeto, la comprensión, la empatía y la solidaridad.
La tolerancia implica aceptar y respetar las diferencias de los demás, ya sea en su cultura, religión, ideología o forma de vida. El respeto significa reconocer y valorar la dignidad de cada persona, independientemente de sus diferencias. La comprensión implica tratar de entender los puntos de vista y sentimientos de los demás, incluso si no los compartimos. La empatía significa ponerse en el lugar del otro y sentir lo que él siente. Y la solidaridad implica apoyar y ayudar a los demás cuando lo necesitan.
El diálogo ayuda a resolver los conflictos de forma pacífica y constructiva y para ello necesitamos también aprender a perdonar y a pedir perdón cuando sea necesario, solo así podremos avanzar en la reconciliación y la construcción de la paz.
Jesús que dijo: «dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios «. Recuerda: tolerancia, respeto, comprensión, empatía y solidaridad en un marco de diálogo para construir la paz.
Javier Rojas, SJ.