Feria. Primeros santos mártires de laIglesia de Roma. (ML). Verde/Rojo.
Gn 17, 1. 4-5. 9-10. 15-22; Sal 127, 1-5.
Evangelio según San Mateo 8, 1-4
Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud. Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: «Señor, si quieres, puedes purificarme.» Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado.» Y al instante quedó purificado de su lepra. Jesús le dijo: «No se lo digas a nadie, pero ve a presentarse al sacerdote y entrega la ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio».
12 Certezas del Sagrado Corazón – Acogida en tu regreso
En medio de nuestras sospechas y ansiedades, cuando nuestras cargas se vuelven demasiado pesadas para llevarlas solos, Jesús nos invita a confiar en Su providencia y depositar nuestras preocupaciones en Su amoroso Corazón.
Imaginen por un momento al hijo pródigo que se alejó de su hogar en busca de su propia satisfacción, solo para encontrarse en la desesperación y la miseria. A su regreso, su padre, lleno de amor y compasión, lo recibió con abrazos y besos, sin juzgarlo ni reprocharle su partida.
No importa cuánto tiempo hayamos estado lejos, cuántos errores hayamos cometido o cuánto dolor hayamos causado, Su amor y Su gracia estarán esperando pacientemente por nuestro regreso.
Nos importa cuán lejos nos hayamos alejado, Él nos recibirá con los brazos abiertos. Su amor incondicional no tiene límites ni condiciones. Él anhela que volvamos a Él, que experimentemos Su renovación y reconciliación.
En momentos de duda y debilidad espiritual, podemos caer en la trampa de pensar que hemos ido demasiado lejos o que no merecemos el perdón de Dios. Pero hay pecado tan grande que no pueda ser perdonado por Su gracia redentora.
Confía en que Él te acogerá de nuevo en Su presencia, extendiendo Su mano para levantarte y dándote una nueva oportunidad. Su Corazón es un refugio seguro, un lugar de paz y restauración.
Javier Rojas, SJ.
Red Mundial de Oración del Papa.